El DJ y productor inglés hizo bailar al público porteño durante horas con una presentación de altura. Te invitamos a revivirla a continuación.
Un set sencillo pero arrasador, con toques melódicos y marcado a fuego por el techno ofreció el pasado viernes 15 de mayo el dj y productor Alan Fitzpatrick en Buenos Aires. El britĆ”nico reunió a miles de personas en la disco Crobar Club, obligando a los presentes a bailar enmaraƱados durante mĆ”s de tres horas tracks de su propia autorĆa y otros clĆ”sicos del gĆ©nero.

Repasando su historia, el inglés comenzó su rÔpido ascenso hacia la cresta publicando desde 2008 originales creaciones en su propio sello 8 Sided Dice Recordings. Oriundo de Southampton, su particular estilo lo llevó a crear un demandado material charteado por lo mÔs grandes de la escena mundial, pasando desde Carl Cox, Joseph Capriati, Dubfire, Nic Fanculli o Adam Beyer entre otros.
Y Argentina no fue la excepción. Con el cartel de ‘Sold Out’ colgado varios dĆas antes del evento, Fitzpatrick defendió su nombre con sonidos y recursos del techno clĆ”sico, agregĆ”ndole melodĆas injertadas, propias de un creativo productor. Durante toda la noche tuvo un contundente uso de las vocales en los tracks ejecutados y a fuerza de bombo bien marcado generó un tumulto de baile profundo que se esparció por todo Crobar.

Desde la apertura de la velada, el argentino Bodeler mantuvo activa la pista buscando con éxito entretener a través de la repetición de compases a los jóvenes que comenzaban a colmar la disco. Su warm up mÔntrico cumplió el objetivo y dejó en bandeja la situación para que Alan hiciera lo suyo.
En el arranque de Fitzpatrick, durante una intrigante melodĆa hipnótica, decenas de pantallas de celulares encandilaron el sitio esperando el primer estalle. Desde las 3.30 hs que inició su set, la disco fue puro baile y disfrute. Los fanĆ”ticos que se aventuraron a adentrarse en los metros mĆ”s cercanos a la cabina del Dj lograron disfrutar con mĆ”s fuerza y nitidez la mĆŗsica de britĆ”nico, aunque tambiĆ©n debieron soportar la intensa marea del lleno total. En definitiva, lo que algunos llaman una noche ideal de techno y diversión.












